Los uso de combustibles fósiles se empiezan a dejar atrás para el consumo del hogar tras la aparición de las energías renovables que, poco a poco, se consagran como la alternativa más limpia y que sustituye a todas las demás ofertas del mercado que emiten partículas nocivas para el medio ambiente.
El objetivo del siglo XXI ha sido el de construir sistemas que mejoren la calidad de las personas, en tanto que permite una instalación sencilla, responsable con el planeta y, además, para más bonificación, abaraten los costes en la factura eléctrica de la vivienda. En este artículo vamos a destacar los puntos más característicos de ambos tipos de energía y el por qué de las energías renovables se obtienen unos beneficios mayores que en las anteriores.
Los combustibles fósiles
Su punto más débil que poseen a día de hoy, y con la mirada puesta en el futuro ecológico que reza la sociedad, es que emiten a la atmósfera una cantidad insana de CO2 en el momento en el que empiezan a combustionar. Son, en definitiva, los grandes culpables del cambio climática. Su uso excesivo ha provocado el calentamiento global y los daños irreversibles que se les ha causado al planeta.
El futuro de la Tierra depende de que se modere su consumo al más mínimo posible y, además, a que nazcan nuevas alternativas más sanas que ofrecer al mercado para frenar los efectos tan dañinos que ha provocado. Y esto lo decimos porque en la actualidad, la mayor parte de los recursos energéticos dependen de los combustibles fósiles. Se estima que alimentan al 86 % de la producción de energía.
La solución ante este mal: las energías renovables
Por esta razón tan obvia y vistosa, los expertos empezaron a explotar los recursos de la naturaleza más gratuitos e inagotables del planeta: las energías renovables, para poder aprovecharse de todos sus beneficios en materia de consumo eléctrico de la vivienda.
Esta alternativa permite la dependencia energética total de los usuarios, para desconectar por completo de la red convencional. Este resultado permite que se experimente un ahorro de hasta el 70 % en la factura eléctrica porque las energías renovables tan solo emplean el 30 % de su instalación en la energía que no procede de los recursos naturales.
Factores como el viento y el Sol han dejado atrás al petróleo o los gases, como el butano, el propano e incluso el gas natural para transformar sus fuentes en energía para consumir en el hogar. Sus beneficios, por lo tanto, son más que evidentes, ya que son muchos más respetuosos con el medio ambiente.
El claro ejemplo que ilustra este a las energías renovables para hacer frente a los gastos de la electricidad son las placas solares. Los paneles fotovoltaicos protagonizan el origen de una saga de instalaciones que el mercado poco a poco iría ofreciendo al cliente a un precio competitivo. Puede que un detalle que valoramos mucho a la hora de escoger el montaje más adecuado sea el precio, pero no por tener el sistema más barato vamos a estar ahorrando más energía y dinero al bolsillo. Puede que esté ocurriendo todo lo contrario.
Hay que valorar este tipo de ofertas como una inversión. Puede que en el momento pese el desembolso de dinero que vayamos a realizar, pero merecerá la pena ver cómo a largo plazo conseguimos reducir en la factura mensual hasta un 60 %.
El sistema eléctrico, en este sentido, depende de las características del hogar y el uso que se le dé a los espacios, es decir, si la habitación solo es para dormir puesto que la mayor parte del tiempo lo pasamos en el salón, será este sitio quien tenga mayor prioridad a la hora de instalar un tipo u otro de calefacción, por ejemplo.